"El abismo ilustrado: arte y depresión de la mano"

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Conscientes que este es un tema sensible, el equipo del MNA llevó a cabo esta actividad que encara la salud mental en Bolivia. El conversatorio demuestra que el Museo -dependiente de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FCBCB)- es un escenario libre y empático para reflexionar sobre este tema
Oscar Reynaldo Yupanqui
2024
18
Marzo
Lunes
11:00 AM
Lectura

“El abismo ilustrado: depresión y arte de la mano” para apreciar las obras e informarse sobre la salud mental

Con una masiva asistencia en el Museo Nacional de Arte - MNA se presento un conmovedor e intenso conversatorio y muestra. "El abismo ilustrado: arte y depresión de la mano" abrió las puertas para que la gente aprecie las obras de la artista Silvia Cuello. En el evento los  asistentes recibieron información y ayuda de parte del psiquiatra Rodolfo López Hartmann. 

Conscientes que este es un tema sensible, el equipo del MNA llevó a cabo esta actividad no solo porque encara la necesaria temática de la salud mental en Bolivia, sino porque demuestra que el Museo -dependiente de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FCBCB)- es un escenario empático y libre de estigma para reflexionar sobre depresión. Una institución que además del aporte cultural, otorga su grano de arena para encarar esta dolencia que aqueja tan fuerte a la población, incluso a aquella población que desconoce que la padece.

Esta iniciativa se dio a partir de la exposición “El abismo ilustrado”, inaugurada en el Museo en febrero. Esta muestra se compone de 26 obras, cada una refleja una escena vinculada a la propia experiencia depresiva que padece la artista. Es así que complementamos la parte artística con el área profesional siquiátrica, junto a Rodolfo López Hartmann, quien tiene una vasta experiencia y aporte a nivel nacional investigando y tratando población con trastorno depresivo.

Tras un diálogo en que los invitados respondieron similares preguntas, la artista explicó uno a uno los cuadros que componen su exposición y contaba al público lo que había vivido en esos momentos de depresión: la baja autoestima, el cansancio extremo, el ostracismo, entre otras sensaciones determinantes y penosas que conlleva este trastorno mental. 

Tras culminar la explicación de las obras, el público tomó el micrófono y contó su sentir al ver las obras, o su testimonio en relación a la depresión. Fue conmovedora la honestidad de las personas que verbalizaron tener depresión y aprovecharon para pedir ayuda profesional.
Al finalizar el conversatorio, las personas asistentes agradecieron al Museo Nacional de Arte propiciar espacios de diálogo y aporte.

* https://www.museonacionaldearte.gob.bo/

 

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