La historia detrás de Halloween
Halloween es una celebración popular que se lleva a cabo cada 31 de octubre, especialmente en países como Estados Unidos, Canadá, Irlanda y el Reino Unido, el movimiento comercial, y su popularidad ha crecido en muchos otros lugares del mundo. Sus raíces se remontan a la antigua festividad celta llamada Samhain, una celebración que marcaba el final de la temporada de cosechas y el comienzo del invierno, una época de transición en la que se creía que los espíritus de los muertos podían regresar al mundo de los vivos.
Origen de Halloween
Samhain, celebrado por los celtas en lo que ahora es Irlanda, Escocia y partes del Reino Unido, simbolizaba el inicio del "año nuevo" celta. Los celtas creían que, durante la noche del 31 de octubre, el velo entre el mundo de los vivos y el de los muertos era más delgado, permitiendo que los espíritus cruzaran temporalmente a la Tierra. Para ahuyentar a los espíritus malignos, los celtas encendían hogueras y usaban disfraces, mientras dejaban ofrendas de comida y bebida para los buenos espíritus.
Cuando el cristianismo se extendió por Europa, la Iglesia buscó reemplazar estas celebraciones paganas con festividades cristianas, dando lugar a Todos los Santos el 1 de noviembre y Día de los Difuntos el 2 de noviembre. La víspera de Todos los Santos, o All Hallows' Eve, es lo que hoy conocemos como Halloween.
Samhain, el festival celta de la cosecha
El equinoccio de otoño ha supuesto desde tiempos inmemoriales un cambio decisivo en el hemisferio norte: en el progresivo paso del verano al otoño la luz vespertina declina, se agitan los cielos y la naturaleza brinda sus últimos frutos del año antes de adormecerse y sumirse en el silencio y la oscuridad del invierno.
Este proceso cristalizaba en el mundo celta en el Samhain, una festividad de origen druídico celebrada entre el crepúsculo del 31 de octubre y el del 1 de noviembre y que señalaba el inicio del invierno y el año nuevo. Durante este período, los celtas aplazaban su trabajo cotidiano y las leyes de la naturaleza quedaban en suspenso; los humanos podían visitar el mundo de los muertos y los difuntos podían recorrer la tierra, los demonios se manifestaban y las hadas revoloteaban. En el umbral de las casas depositaban viandas para ofrecerlas a los malos espíritus, de ahí podría proceder el “truco o trato” de Halloween, la costumbre infantil de recorrer los hogares pidiendo dulces.
Mundus patet, el día de difuntos romano.
La expresión mundus patet significa “mundo abierto” y se refiere al Mundus Cereris, una de las construcciones más antiguas de Roma, que marcaba el centro exacto de la ciudad y el punto de conexión entre el mundo de los vivos y el de los muertos, por lo que su entrada permanecía sellada y solo se abría en tres ocasiones al año: el 24 de agosto, el 5 de octubre y el 8 de noviembre, cuando las almas difuntas volvían a la tierra.
El día de recuerdo a los mártires muertos por el cristianismo, que se celebraba en primavera se amplió a todos los santos y fue cambiado al 1 de noviembre con la intención de suplantar las fiestas paganas de los difuntos.
¿Cómo se convirtió en un "día de miedo"?
Estudios más recientes establecieron que las hogueras y una celebración de buenas cosechas eran también características del festejo pagano de Samhain, uno de los cuatro festivales anuales que celebraban el inicio de las estaciones.
Pero esta teoría se basa en escasas evidencias y algunos historiadores han señalado que la celebración fue cambiando de región a región, de país en país y, entre muda y muda, alteró incluso su sentido.
En el siglo VIII, hubo un punto de inflexión: el papa Gregorio III cambió la fecha original del "Día de todos los santos" del 13 de mayo al 1 de noviembre.
No está claro si el movimiento, que también hizo obligatoria la celebración religiosa para todos los católicos, fue un intento de "cristianizar" Samhain. Lo cierto es que ese cambio unió ambas celebraciones y mezcló tradiciones paganas y cristianas.
Tradiciones modernas de Halloween
Halloween ha evolucionado mucho, y actualmente se celebra de diferentes maneras alrededor del mundo. Las tradiciones típicas incluyen:
Disfraces y maquillaje: Las personas se disfrazan de criaturas de terror como vampiros, zombies, brujas y fantasmas. Los disfraces han crecido en creatividad e incluyen personajes de películas, animales, o disfraces humorísticos.
Dulces o travesuras: Conocido en inglés como trick-or-treating, esta actividad es especialmente popular entre los niños, que van de puerta en puerta pidiendo dulces. A cambio, los vecinos les dan golosinas como caramelos, chocolates y otras sorpresas.
Decoración de calabazas: La calabaza tallada o Jack-o'-lantern es un símbolo característico de Halloween. Se suele vaciar, tallar con una cara espeluznante y colocar una vela en su interior. Esta práctica proviene de la leyenda de "Jack el Tacaño", un personaje de la tradición irlandesa que engañó al diablo y fue condenado a vagar eternamente con una linterna hecha de nabo.
Historias de miedo y películas de terror: En Halloween es común contar historias de miedo o ver películas de terror como parte de la emoción de la temporada.
Casas embrujadas y fiestas temáticas: En muchas ciudades, las casas embrujadas temporales se abren al público, creando espacios de terror para quienes buscan una experiencia espeluznante. Las fiestas de disfraces y las decoraciones tenebrosas también son una parte importante de la festividad.
Halloween en otras culturas como lo irreal o fantástico
Halloween ha sido adaptado en diferentes culturas. En algunos países latinoamericanos, como México, se solapa con la celebración del Día de los Muertos, en el que las familias honran a los seres queridos fallecidos con ofrendas y altares. Aunque Halloween se ha comercializado en muchos lugares, su origen místico y sus leyendas siguen vivas en las celebraciones actuales, combinando tradiciones antiguas con el entusiasmo moderno por lo fantástico y lo espeluznante.
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